Galería de Obras de Pintura
Su pasión más profunda reside en su dedicación total a la pintura. Sin embargo, más allá de la técnica y el lienzo, su espíritu se entrelaza con su arte, impregnado de una fe inquebrantable en Jesucristo y su Madre. Cada pincelada es un tributo constante a Ellos, una expresión artística que va más allá de lo tangible, alcanzando lo sagrado. Como buen andaluz, su obra respira una barroquedad que enlaza lo terrenal con lo divino, infundiendo en cada trazo el dolor y la devoción que emana de su alma de artista. La creación de una pintura es un viaje de múltiples etapas, donde encuentra su mayor confort, al abrazar todas las vertientes de las artes plásticas. Desde el primer boceto hasta las veladuras finales, cada paso es un acto de comunión entre su fe y su habilidad creativa.
Su renombrada destreza se manifiesta en las restauraciones que realiza, siempre respetando la integridad y la antigüedad de cada obra pictórica. Esta meticulosa atención al detalle sin realizar alteraciones bruscas ha consolidado la admiración que Antonio Ortega recibe de las cofradías, parroquias y colecciones privadas. Con el transcurso del tiempo, ha perfeccionado su habilidad en la restauración de pinturas, adquiriendo una maestría excepcional en cada intervención. Cada pincelada de restauración es un acto de reverencia hacia la historia y el arte, preservando la esencia y la belleza original de cada obra con un nivel de destreza que solo el tiempo y la dedicación pueden otorgar.
pintura santa isabel
pintura juicio divino
Pintura San Pablo